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La Disputa entre Musk y Trump es Puro Teatro.

En los últimos meses, los titulares han estado llenos de afirmaciones sobre una "rivalidad" entre Elon Musk y Donald Trump. Trump llama a Musk "una farsa". Musk dice que Trump debería "desaparecer en el ocaso". Los periodistas lo aprovechan. Los usuarios de Twitter (o X) toman partido. Pero si eliminamos el drama, lo que queda es simplemente espectáculo.
Analicemos por qué esta "rivalidad" es más humo que fuego — y por qué en realidad no afectó a ninguno de los dos.
1. En Realidad Nadie Pierde
A primera vista, parece un choque de titanes: Trump, el presidente y provocador populista, frente a Musk, el hombre más rico del mundo y autoproclamado "absolutista de la libertad de expresión". Pero nada en este intercambio tiene consecuencias reales. No se pierden acuerdos comerciales. Ninguna reputación sufre daños significativos. Ninguno de los dos pone en riesgo su plataforma, riqueza o influencia. De hecho, se alimentan mutuamente de relevancia.
Trump usa a Musk para demostrar que no está aliado con las élites tecnológicas. Musk usa a Trump para mostrar que no está alineado con la extrema derecha. Ambos ganan. Usted pierde — si se lo toma en serio.
2. Un Ejemplo Real de 2025: Ataques Públicos, Victorias Privadas
Para ver cuán hueca es realmente la “disputa”, observe lo que sucedió en 2025:
A principios de 2025, Trump intensificó su campaña atacando directamente a Elon Musk. Llamó a Musk “un tipo que vino suplicándome ayuda”, se burló de su condición de inmigrante y afirmó que “no era amigo del trabajador estadounidense”. Los medios de comunicación lo enmarcaron como una guerra de alto nivel entre dos influencers mediáticos.
Pero esto es lo que realmente sucedió:
- La Influencia de Musk Creció en la Derecha
Incluso después de los ataques de Trump, Musk fue invitado a la CPAC 2025 acomo orador principal. Influencers conservadores continuaron elogiándolo por su postura “anti-woke” y su compromiso con la “libertad de expresión” en X. No hubo boicot, ni pérdida de usuarios, ni distanciamiento político. De hecho, la interacción en X aumentó. - Trump Conservó su Red Multimillonaria
A pesar de arremeter contra Musk, Trump celebró cenas privadas de recaudación de fondos con inversores tecnológicos, incluidos algunos vinculados a las empresas de Musk. Sus donaciones del mundo del capital riesgo y del capital privado no se vieron afectadas. A puerta cerrada, todo siguió como de costumbre. - Tesla y SpaceX Siguieron Ganando
Tesla continuó beneficiándose de subsidios y exenciones fiscales en estados conservadores como Texas y Florida. SpaceX siguió obteniendo contratos federales — algunos aprobados por miembros del Congreso alineados con Trump. Si esto fuera una guerra real, habrían surgido consecuencias políticas. Pero no fue así. - Trump Ganó Atención, No Rechazo
Tras insultar a Musk, la cobertura mediática de Trump se disparó, especialmente en noticias por cable y plataformas en línea. Sus cifras en las encuestas entre los votantes republicanos de mayor edad subieron ligeramente. No se trataba de principios. Se trataba de titulares. Y los consiguió. - Musk lo Usó para Impulsar X
Musk respondió a los insultos de Trump reenviando memes, burlándose de la edad de Trump y recordando a los usuarios que “nadie me controla”. Su plataforma (X) experimentó un aumento en la interacción. La polémica hizo que la gente volviera, y los anunciantes regresaron discretamente en el segundo trimestre de 2025 tras meses de indecisión.
SEntonces, ¿quién salió herido? Ninguno. La disputa no les costó poder, dinero ni influencia. Fue sólo otro exitoso intercambio de atención entre dos narcisistas altamente funcionales.
3. El Juego Fiscal del que Ninguno Habla
¿Algo que Trump no ha mencionado en sus ataques contra Musk? Las exenciones fiscales — porque ambos se benefician del mismo sistema.
Las empresas de Musk — Tesla, SpaceX, y X — han recibido miles de millones en exenciones fiscales, muchas de ellas provenientes de estados republicanos que Trump ganó en 2016 y 2020:
- Texas le otorgó a Tesla un alivio fiscal masivo para construir la Gigafábrica en Austin — ncluidas reducciones de impuestos a la propiedad local durante más de una década.
- Floridaha dado incentivos a SpaceX para ampliar sus sitios de lanzamiento.
- A nivel federal, SpaceX ha recibido contratos de defensa y de la NASA — complementados con créditos fiscales por I+D y aplazamientos de impuestos.
Y no lo olvidemos: los recortes fiscales de Trump en 2017 dbeneficiaron directamente a multimillonarios como Musk al reducir drásticamente los impuestos corporativos y ofrecer deducciones favorables para gastos de capital y opciones sobre acciones. Estos no son beneficios menores — son fundamentales para la estrategia financiera a largo plazo de Musk.
Si Trump realmente quisiera atacar a Musk, propondría eliminar esos beneficios fiscales. No lo hace. Porque ambos se benefician de la misma infraestructura favorable para los multimillonarios, y lo saben.
4. El Momento Siempre es Oportuno
Estas peleas no surgen al azar. Están programadas.
- Trump necesita publicidad para su campaña → critica a Musk.
- Musk necesita distraer la atención de la caída de la confianza en la plataforma → ataca a Trump.
- Los medios necesitan contenido → promueven la narrativa de la “disputa entre multimillonarios”.
Cada uno consigue lo que quiere. Pero nada cambia. Ninguna política nueva. Ninguna rendición de cuentas pública. Solo ruido.
5. Peleas Públicas, Alineamiento Privado
Públicamente, se presentan como enemigos. Pero, estructuralmente, siguen queriendo lo mismo:
- Impuestos más bajos para los ultra ricos
- Desregulación
- Contrato gubernamental
- Fuerza laboral débil
Trump lo impulsa a través de políticas. Musk se beneficia discretamente. Sus luchas son por apariencia — no por poder.
6. Es Marca, No Creencia
- Trump consigue atacar a los multimillonarios de la tecnología e irritar a su base.
- Musk le toca jugar al renegado librepensador que no es leal a ningún partido político.
Cada golpe fortalece sus marcas personales. Da al público la ilusión de independencia — incluso mientras ambos trabajan discretamente en el mismo terreno desde perspectivas diferentes.
7. No Hay Debate Real, Solo Teatro del Ego
No discuten sobre el futuro de la IA, la política climática, los derechos de los trabajadores ni cómo las plataformas tecnológicas influyen en las elecciones. SSe insultan como concursantes de un reality show:
- “Él me rogó por ayuda.”
- “Debería retirarse.”
- “Es un mentiroso.”
- “Es inestable.”
Es una pelea de mínimo común denominador. Calorías vacías. Y la mayoría de la gente se lo traga.
Conclusión: No Se Dejes Engañar
La disputa entre Musk y Trump no se trata de principios. Se trata de llamar la atención. Se lanzan insultos para generar indignación, generar titulares y reforzar la imagen de su marca. Pero tras bambalinas, nada cambia. Su riqueza crece. Su poder se mantiene intacto. Sus seguidores se mantienen leales. Y la maquinaria mediática sigue girando.
Y mientras discuten en público, ambos mantienen sus exenciones fiscales, sus contratos gubernamentales y su influencia.
Así que la próxima vez que usted vea un tuit o un titular que exagere su última disputa, haga una pausa. Pregúntese:
¿Quién se beneficia realmente de esto?
Porque no es usted